martes, 17 de septiembre de 2013

Como restaurar puertas de madera viejas o deterioradas


Como restaurar puertas de madera viejas o deterioradas

Las puertas de madera que son viejas o están en mal estado por que han sufrido golpes o arañazos, se pueden llegar a restaurar de forma fácil para darles un mejor aspecto sin demasiados problemas. En la siguiente guía de bricolaje os detallamos los pasos a seguir para restaurar puertas de madera.



1 – Sacar la puerta. Podríamos hacer la restauración con la puerta en su sitio, pero trabajaremos muchísimo mejor y más rápido si podemos colocar la puerta en posición horizontal sobre cualquier mesa de trabajo. Además  la podremos trasladar donde ensuciemos menos al lijar y para que el olor de la pintura o barniz no nos llene la casa mientras se seca.

2 – Quitar picaportes y cerraduras. No es imprescindible, pero también trabajaremos mucho mejor si quitamos los picaportes y cerraduras. Así evitamos que se manchen al trabajar y podremos limpiarlos o restaurarlos a parte (incluso sustituirlos por unos nuevos posteriormente o arreglarlos si no funcionan bien).

3 – Arreglar desperfectos. Algunas puertas de madera pueden tener embellecedores o marcos de madera decorativos que pueden estar sueltos. Es el momento de colocarlos en su lugar. Podemos hacerlo con un poco de cola y con puntillas finas sin cabeza, con cuida de no dar golpes a la madera.



4 – Lijado y decapado. Una vez tenemos la puerta lista es la hora de quitarle los restos de barniz o pintura que tenia anteriormente. Esto lo podemos hacer con lijadoras eléctricas o a mano. También puede que tengamos que decapar restos de pintura. 



5 – Enmasillado. Una vez que hemos retirado todos los restos de pintura y hayamos limpiado todo el polvo del lijado, es la hora de rellenar todas las imperfecciones, golpes y agujeros que pueda tener la puerta. Si vamos a barnizar la puerta para que mantenga el color a madera, la masilla deberá ser de un color similar al tono de la madera o al tipo de barniz que vayamos a utilizar (en centros de bricolaje encontraremos muchos colores diferente de masilla para madera).



 Nos ayudaremos de una espátula hasta asegurarnos bien que todos los desperfectos quedan bien cubiertos. Una vez dejado el tiempo de secado para que la masilla endurezca, daremos un nuevo lijado por las zonas enmasilladas.

6 – Pintado o barnizado. Es la hora de pintar y barnizar la puerta. Es importante elegir un buen barniz o pintura para madera según de que color queramos la puerta. Si la vamos a barnizar es importante que pintemos siempre siguiendo la dirección de las betas de la madera. 



Daremos 2 capas siguiendo las instrucciones de uso y secado de la pintura.

7 – Poner picaportes y cerraduras. Una vez bien seca la pintura podremos colocar de nuevo los picaportes (en el caso de que los hubiéramos quitado) o colocar unos nuevos en su lugar para darle un nuevo aspecto a la puerta. En el mercado podemos encontrar muchos tipos de modelos según nuestros gustos y el aspecto que queramos dar a la puerta. 



Si nos viene mejor a la hora de trabajar, también podemos esperar a que la puerta este puesta en su sitio para colocarlos. 

8 – Marcos de las puertas. Al restaurar una puerta no nos podemos olvidar de los marcos. El proceso de restauración seria el mismo: arreglar desperfectos graves, lijado, enmasillado y un par de capas de barniz o pintura. Podemos ir haciéndolo a la misma vez que la puerta aprovechando que la tenemos quitada (por ejemplo mientras se secan las capas de pintura).

9 – Colocar la puerta. Una vez que tengamos la puerta y sus marcos restaurados y con la pintura bien seca, es el momento de colocar la puerta otra vez en su sitio y disfrutar de los resultados.

miércoles, 4 de septiembre de 2013

Algunos trucos de iluminación


Soluciones a todas luces

A la hora de iluminar tu casa, no está de más que tengas en cuenta algunos de los consejos que te proponemos en estas páginas. Verás cómo les sacas más partido a las luces de las diferentes habitaciones.

 

Armarios accesibles

Para facilitar la búsqueda de los objetos contenidos en el interior de los armarios, especialmente de habitaciones oscuras o deficientemente iluminadas, lo más adecuado es colocar un conjunto de luces específicas, bien en el interior del mueble, o en el techo, dirigidas hacia él. Si la habitación tiene falso techo, se puede optar por colocar una línea de focos halógenos paralela a las puertas del armario. Otra posibilidad es fabricar un falso techo en el el mueble para encastrar los puntos de luz directamente en su interior, o instalar lámparas apropiadas para interiores llevando, si es necesario, una toma de luz hasta ellas.









Conseguir efectos de color con filtros

La luz artificial puede modificar los colores de las superficies. Por ejemplo, una bombilla amarilla transforma los azules en verdes y los rojos en naranjas. Además, se pueden conseguir efectos similares poniendo filtros a la luz natural, como unos visillos de colores, o a la artificial, simplemente con una pantalla de lámpara del tono que se quiera reflejar.




Fabricar una lámpara de mesa

Cualquier objeto con forma alargada, como un florero o una botella, puede servirte de pie para una lámpara. Además, necesitas un casquillo, un cable eléctrico, un enchufe, y arena o algún material similar, como piedras de colores. Primero, perfora la base del recipiente con un taladro y una broca específica para el material con el que esté fabricado. Luego, fija el casquillo al cable e introdúcelo por el orificio, de modo que la toma quede en el interior del envase. Por último, rellena el recipiente con arena para sujetar el casquillo y fija el enchufe al otro extremo del cable. Conecta una bombilla para comprobar que el invento funciona.











Una escalera segura


Una correcta iluminación de la escalera ayudará a prevenir los resbalones, y la clave está en resaltar las diferencias de nivel sin deslumbrar. Prescinde de focos y proyectores de luz directa y usa lámparas con luz difusa. Coloca una luz de techo en cada descansillo y apliques potentes a lo largo de toda la subida.









¿Apliques ascendentes o descendentes?


Los apliques ascendentes son aquellos cuya iluminación se dirige hacia arriba, proporcionando una luz difusa y no directa. Los apliques descendentes, por el contrario, dirigen el haz luminoso hacia el suelo y proporcionan una luz direccional. Los primeros se pueden utilizar para transmitir una sensación ambiental, envolvente. Los segundos permiten resaltar elementos determinados de la estancia.





Empotrar focos halógenos en el techo


Sólo se pueden empotrar puntos luminosos en falsos techos, sean de yeso laminado, de escayola, de madera, de PVC ignífugo, o de adobe. El cálculo que puede establecerse para la iluminación de una estancia es de, al menos, un foco de 50 W por cada 2 m2 y siempre debe respetarse una distancia mínima de 10 cm entre el techo original y el falso. Cuando haya un material aislante entre techos, habrá que cortar unos 10 cm a lo largo del contorno del foco para permitir la evacuación del calor generado por el mismo.